Cuándo y cómo escribir un adagio
Cómo escribir un adagio
Los adagios son dichos útiles para dar consejos o describir una lección simple que se puede aprender de una situación. Por esta razón, usar un adagio es tan simple como aplicarlo a una situación:
- Considere la lección o idea reflejada por un determinado problema o situación.
- Indique un adagio que sea apropiado para el problema o situación.
¡Intentemos crear adagios!
1. Por ejemplo, imagina que tienes un hermanito al que le cuesta despertarse a tiempo por la mañana.
- Situación:
Tu hermano necesita aprender a levantarse temprano.
- Lección:
Levantarse temprano tiene beneficios, ya que puede trabajar y disfrutar de un día completo.
- Adagio:
¡Despiértate ya! ¡Te vas a perder el desayuno! ¿No sabes que el pájaro madrugador atrapa al gusano?
Insertar un dicho o adagio bien conocido en la conversación inserta sabiduría ancestral en el consejo que le das a tu hermano.
2. Para otro ejemplo, considere a un amigo que quiere vengarse de un acosador.
- Situación:
Tu amigo quiere avergonzar a un matón haciéndolo tropezar delante de todos los demás.
- Lección:
Incluso si esta persona es un acosador, intimidarlo sigue siendo malo y malo.
- Adagio:
No deberías hacer eso. Es malo, y sabes que dos errores no hacen un acierto.
Una vez más, el uso de un adagio le da a esta declaración el poder de la sabiduría básica.
Cuándo usar adagios
Los adagios se pueden usar para dar consejos, hacer una declaración básica sobre la vida cotidiana o enseñar una lección. Los adagios se utilizan a menudo en los discursos para dar al hablante un aire de sabiduría e inteligencia. En literatura y poesía, los adagios dotan a los personajes de la misma sabiduría. Debido a que los adagios son bien conocidos y populares, su uso en anuncios, los medios y la comedia brindan a la audiencia material familiar e identificable que puede vender un producto, llamar la atención o simplemente hacer reír.