Cuándo y cómo escribir una anécdota
Cómo escribir una anécdota
Casi cualquier cuento puede ser una anécdota cuando se cuenta en el contexto adecuado. Las anécdotas no existen por sí solas; dependen de otra información. Simplemente contar una historia no es una anécdota; tiene que estar relacionado de alguna manera con la conversación.
Una anécdota no debe iniciar una conversación, sino que debe responder lo.
Por ejemplo, las primeras palabras del discurso de un personaje son que tiene un mono como mascota, que será el tema de la charla: esto es no una anécdota. Más tarde, sin embargo, le cuenta a la audiencia una historia sobre cómo una vez le enseñó al mono a hacer un sándwich: esto es una anécdota.
Cuándo usar una anécdota
Las anécdotas se utilizan de forma recurrente en todos los géneros de la televisión, el cine y la literatura. Se pueden aplicar en conversaciones casuales o serias, dependiendo del efecto deseado. Por ejemplo, si un personaje interrumpe el discurso de otro personaje con una anécdota, podría lograr varias cosas: un efecto cómico, un tono de falta de respeto y tensión, o incluso un aire de emergencia, dependiendo de quién interrumpió y qué se dijo. Además, las anécdotas también se pueden utilizar para hacer que la audiencia se sienta más interesada en un tema, o para presagiar el futuro, o para revivir el pasado… las posibilidades son infinitas.