Cuándo y cómo escribir una paradoja
Cómo escribir una paradoja
Para escribir una paradoja literaria se necesita un personaje o una situación que combine elementos dispares. ¡Esto es difícil de hacer en abstracto! Por lo tanto, generalmente es mejor tratar de observar primero las paradojas. Encuentra personas o situaciones en la historia, en la literatura o en la vida real que sirvan de inspiración para tu paradoja literaria original. Algunos ejemplos de paradojas literarias de la vida real incluyen:
- Presidente Woodrow Wilson
- Saladino
- Carlomagno
- la revolución rusa
Cada una de estas personas/eventos contiene atributos dispares y aparentemente contradictorios (no se necesita mucha investigación para ver qué contradicciones contiene cada uno). Pero esto es sólo una lista corta. Si miras lo suficiente, ¡casi todo el mundo es una paradoja de una forma u otra!
Por lo general, no necesitarías escribir una paradoja lógica. Puede ser útil en los ensayos formales observar paradojas (autocontradicciones) en el argumento de otra persona, porque la presencia de tales paradojas, cuando no se reconoce, generalmente indica que el argumento es defectuoso de alguna manera. Sin embargo, en los ensayos formales, la paradoja lógica generalmente es algo que debe evitarse, ¡no escribirse!
Cuándo usar la paradoja
Las paradojas literarias pueden ser muy útiles en la escritura creativa, especialmente cuando estás construyendo un personaje principal. Si estás escribiendo una historia corta sobre un héroe, por ejemplo, no querrás que ese héroe sea demasiado simplista; los personajes simplistas tienden a no ser muy interesantes. Así que combina los atributos heroicos con otras cualidades que parecen contradictorias. Si tu héroe es valiente, por ejemplo, dale algún tipo de fobia (p. ej., a Indiana Jones le aterrorizan las serpientes); o si tu héroe es el líder de un grupo muy unido, haz que parezca solitario y aislado a pesar de su presencia (por ejemplo, Mal Reynols de Firefly). Es una excelente manera de hacer que el héroe parezca complejo y familiar, y también ayuda a atraer a los lectores a la historia al hacerlos sentir curiosos: cuando vemos personajes paradójicos como este, es más probable que sigamos leyendo para que podamos «descifrarlos».