Cuándo y cómo evitar los peyorativos
Cómo evitar los peyorativos
La forma más sencilla de evitar los peyorativos es gestionar tus intenciones.
- Pregúntese: ¿Está tratando de insultar a alguien o hacer que quede mal? De lo contrario, es probable que su escritura esté libre de peyorativos.
- Otra forma de hacerlo es imaginar que alguien del grupo objetivo estaba leyendo su trabajo: ¿sentiría que estaba siendo justo en sus críticas o se enfadaría?
Esto, sin embargo, puede no ser siempre efectivo, porque las personas a veces usan peyorativos sin querer. Por ejemplo, muchos miembros de esa comunidad consideran ofensiva la palabra “gitano”, y el término preferido es “romaní” o “romaní”. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de esta dinámica social y pueden ofenderse accidentalmente con su escritura. Lo mismo ocurre con la palabra “enano”.
Desafortunadamente, no hay forma de evitar este tipo de peyorativo accidental el 100 % de las veces; incluso las personas con mayor conciencia social cometen errores de vez en cuando. Si alguien del grupo afectado te corrige cortésmente, asegúrate de agradecerle y seguir su consejo.
¿Cuándo están bien los peyorativos?
Aunque los peyorativos casi siempre son inaceptables en la escritura formal, pueden ser efectivos en la escritura creativa cuando se usan con cuidado. Por ejemplo, algunos de tus personajes probablemente tendrán atributos negativos, lo que significa que podrías terminar usando peyorativos para describirlos.
Naturalmente, los personajes pueden usar peyorativos todo el tiempo en sus diálogos: ¡después de todo, así es como la gente habla en la vida real! Casi todo el mundo usa peyorativos en su discurso diario, incluso si es tan simple como llamar a alguien idiota por meterse en la fila. Entonces, si tus personajes hablan de una manera completamente desprovista de peyorativos, ¡es posible que no suenen realistas!
Cuando incluyes peyorativos en tu escritura, es mejor hacerlos creativos y adecuados a su contexto. Por ejemplo, imagina que tienes un personaje que es inteligente, pero cuya personalidad es muy abrasiva. Un personaje así no se limitaría a llamar a todo el mundo «perdedor» o «tonto», sino que propondría ingeniosos insultos y recurriría a diversas técnicas literarias. (Por otro lado, si tu personaje no es muy inteligente, ¡los insultos poco creativos serían apropiados!)
Aquí hay algunos recursos literarios que puede usar para crear peyorativos creativos:
- Aliteración: viejo cretino cobarde, cobarde y malhumorado
- Símil: Eres tan bajo como una serpiente de patas arqueadas
- Rima: moho de limo doble