Cuándo y cómo usar Ad Hominem
Cómo utilizar Ad hominem
Entonces, estás en un debate con alguien y no parece que vayas a ganar este basado solo en el mérito de tu argumento. Cue las falacias lógicas. La clave para ganar una discusión con falacias lógicas es ser sutil con las falacias. “Envenenar el pozo” puede no funcionar si la audiencia se da cuenta de que lo envenenaste.
Ejemplo
Una joven menciona que la industria de la moda y el modelaje son sexistas. Su oponente responde: “Solo piensas eso porque estás gorda”.
Su peso está tan lejos del tema de la moda, el modelaje, el sexismo y la sociedad que es probable que la audiencia detecte la falta de sentido y la mezquindad de la respuesta.
En cambio, su oponente podría haber respondido: «Después de tomar la teoría feminista, probablemente sea difícil no ver el sexismo en TODO».
Esto es tan irrelevante como la respuesta «estás gordo», pero obviamente no lo es. Esencialmente, a la niña se la llama paranoica y no se argumenta, pero la relación de su clase de teoría feminista con su perspectiva sobre la moda y el modelaje parece justificada.
Evitando Ad hominem
En cualquier caso, es mejor evitar Ad Hominem preparando e investigando todos los puntos a favor y en contra de su posición. De esta manera, estará listo para los argumentos de sus oponentes con hechos e información relevante.
Cuándo usar Ad hominem
Ad hominem es más utilizado en el debate y la publicidad. Es posible que puedas salirte con la tuya al usarlo en un ensayo, pero se supone que no debes hacerlo. No querrías verlo en un texto supuestamente objetivo, como una revista científica, un libro de texto o un periódico. Las falacias lógicas tienen mala fama porque pueden usarse para engañar a las personas (y generalmente lo hacen).
Sin embargo, las falacias lógicas también pueden aparecer en la ficción, entre personajes, mostrando que un personaje es ilógico, mezquino, despiadado, inteligente o engañoso. Hay muchas personas reales que usan falacias lógicas todos los días para salirse con la suya. Y tenga en cuenta que el uso de prejuicios injustos contra un personaje a menudo hace que la audiencia simpatice con ese personaje.