Cuándo y cómo usar el estilo
Cómo usar el estilo
En su mayor parte, depende del autor desarrollar un estilo y ponerlo en práctica en su trabajo. Hay todo tipo de decisiones para determinar qué estilo tendrá una obra, y los autores toman esas decisiones según su género, audiencia y propósito. Por lo general, es difícil señalar una cosa específica que define y escribe el estilo; en cambio, es una combinación de cosas.
En la ficción y otros tipos de trabajo creativo, el estilo de una obra literaria depende completamente del autor. Los escritores de ficción usan estilos para contar sus historias de la forma en que quieren que se cuenten, en lugar de hacerlo de la misma manera que se ha contado antes. Esa es una de las formas en que las historias sobreviven a lo largo del tiempo: los autores las cuentan en estilos nuevos y únicos, compartiendo las mismas historias de maneras completamente diferentes. El estilo es la manera de hacer una historia o trabajar por tu cuenta.
Cuándo usar estilo
Cada pieza de literatura que se ha escrito alguna vez tiene un estilo, independientemente de su género, formato, tema o audiencia. Sin embargo, ciertos tipos de literatura dependen menos del estilo para su éxito. Por ejemplo, los trabajos académicos, las obras de referencia o las publicaciones periódicas (como los diarios) deben ajustarse a un cierto estilo formal para que brinden su información de la mejor manera, por lo que hay menos espacio para la creatividad o la personalidad. Mientras que un trabajo de no ficción sobre mariposas seguirá una forma informativa simple, una historia corta sobre una mariposa utilizará técnicas más creativas.
Entonces, mientras tanto la no ficción como la ficción tienen estilos, como se mencionó, la ficción realmente se basa en el estilo. El éxito de una historia depende completamente de lo interesante que sea y de lo bien que se cuente. Un estilo seco y aburrido podría funcionar en un libro de texto, pero podría hacer que un lector abandone una novela, pero, si el estilo es atractivo y colorido, los lectores se sentirán atraídos por la historia.
Al mismo tiempo, el estilo también debe coincidir con la audiencia: un trabajo muy detallado con oraciones complejas es ideal para lectores adultos, mientras que la elección de palabras simples y el estilo imaginativo son excelentes para la literatura infantil, por ejemplo. Cuanto mejor conozcas a tu audiencia, mejor podrás definir tu estilo.