Cuándo y cómo usar el terror
Cómo usar el terror
Hay muchos elementos que se encuentran comúnmente en la literatura de terror, pero su característica definitoria es que provoca un miedo verdadero que produce una respuesta emocional, física o psicológica en el lector. Entonces, el objetivo fundamental al escribir una historia de terror debe ser asustar a la audiencia. En relación con este objetivo, existen técnicas comunes que emplea el género para asegurarse de que esta respuesta de miedo se desencadene y se mantenga a lo largo de la trama. A continuación se presentan algunos de los rasgos y técnicas más comunes utilizados en el horror:
- Un villano o amenaza, ya sea real o imaginario, que amenaza a los protagonistas, ya sea física, emocional, psicológica, legalmente, etc.
- Entornos antiguos, abandonados o en ruinas
- La mayor parte de la historia ocurre de noche o en la oscuridad.
- Sangre y gore
- Amenaza inminente y/o persistente a la vida
- Protagonistas y otros personajes que se enfrentan solos a situaciones aterradoras
- Fuerzas sobrenaturales o seres que amenazan a los personajes.
- Situaciones de las que aparentemente o en realidad es imposible escapar
- Conflictos del bien contra el mal
- Situaciones, escenarios, personas o seres sobrenaturales inesperados para los que el protagonista no está preparado y/o no es capaz de lidiar
Cuándo usar el terror
El terror es el género ideal para la ficción corta y las novelas, que han sido la forma elegida por los autores de terror durante siglos. Debido a su naturaleza aterradora y molesta, la mayor parte del terror debe estar destinado a adolescentes y adultos (aunque hay algunas excepciones, como la serie de terror infantil Goosebumps de RL Stein, ampliamente leída). El terror se usa mejor cuando se combina con otro género o subgénero literario; como la fantasía (como en la ficción gótica), la ciencia ficción, la novela negra, el misterio, el folclore, etc. De hecho, muchos cuentos de hadas suelen ser historias de terror en esencia, como «Caperucita Roja», que presenta a un lobo devorador de hombres que acecha y aterroriza a una niña, aunque la cultura popular ha modificado las técnicas de narración para hacerlas más alegres. para niños.