Cuándo y cómo usar la arenga
Cómo usar una arenga
La mejor manera de usar una arenga es entregar un mensaje crucial o pedirle al público que actúe de alguna manera. El tema puede variar mucho, pero tiene varias características distintivas que lo diferencian de otros discursos o charlas menos serios. Aquí hay algunos consejos sobre cómo usar una arenga y distinguirla de otros discursos:
- El tono siempre debe ser intenso y acalorado, lleno de emoción y energía.
- El contenido debe ser serio y significativo para la trama y los personajes.
- El orador debe ser feroz y apasionado en su discurso.
- El hablante debe ser alguien cuyas palabras la gente valore, obedezca o respete.
- Su propósito debe ser influir fuertemente en quienes lo presencian.
- Debería provocar algún tipo de reacción o respuesta significativa de la audiencia.
Cuándo usar una arenga
Las arengas solo funcionan en los entornos y situaciones correctos. Normalmente se entregan a una multitud o en una reunión pública, donde se les pide a los oyentes que reconozcan y respondan a un problema o conflicto apremiante que ha planteado el orador. Por lo tanto, uno de los mejores momentos para usar una arenga es cuando una trama requiere acción, respuesta y cambio.
Las arengas son excelentes recursos en la ficción, ¡pero es importante recordar que también son discursos de la vida real! Por lo tanto, puede usarlos al escribir tanto ficción como no ficción; después de todo, se han grabado y relatado muchos discursos históricos famosos. También pueden funcionar en todo tipo de géneros, incluso la comedia; por ejemplo, un personaje puede estar dando una arenga en su mente, pero podría recibirse como humor según la audiencia y el contenido.