Cuándo y cómo usar modismos
Cómo usar modismos
Dado que los modismos son parte del idioma y no la creación de un autor individual, no puede «escribirlos» exactamente. Sin embargo, hay muchas maneras de emplear expresiones idiomáticas en su escritura creativa. Por ejemplo, usar la jerga es una excelente manera de hacer que un personaje parezca genial, ¡pero solo si conoces la jerga bastante bien y la usas correctamente! De lo contrario, tendrá el efecto contrario al previsto.
Si está escribiendo ciencia ficción o fantasía, puede crear modismos ficticios para agregar profundidad y detalle a sus culturas ficticias. Por ejemplo, si tienes una especie alienígena guerrera en tu historia, probablemente tendrá algunas expresiones idiomáticas brutales para la muerte, la guerra, etc. Sin embargo, una raza pacífica de elfos tendrá expresiones idiomáticas diferentes. Solo asegúrese de que sus modismos no se incluyan en la historia al azar: explique su significado o (mejor aún) aclare en el contexto lo que significa cada modismo inventado.
En todos los géneros de ficción, los personajes suelen utilizar modismos en sus diálogos. Esto ayuda a que los personajes sean más realistas, ya que la gente real usa modismos todo el tiempo. Además, puede hacer que un segundo personaje responda «extendiendo» el idioma, lo que ayuda a crear un ir y venir ágil y rítmico entre los dos personajes. Por ejemplo:
A: «Puedo ver ¡La luz al final del túnel!”
B: “Te equivocas – ese es el tren.”
El modismo aquí es común en inglés y se refiere al momento de alivio o recompensa al final de un esfuerzo largo y extenuante. En este ejemplo, la respuesta amplía el idioma y usa la misma metáfora para hacer un punto mucho más cínico.
Cuándo usar modismos
Es mejor evitar modismos en la escritura formal, porque (a) no son literalmente ciertos; y (b) puede malinterpretarse fácilmente. En la escritura formal, desea ser lo más claro, directo y preciso posible. Cuanto más incluya modismos, más probable es que su lector se confunda y no siga su línea de pensamiento.
Los modismos son geniales en la ficción, como vimos en la sección anterior. Sin embargo, incluso aquí hay que tener cierta precaución. Recuerde que los modismos provienen de la cultura general, no son sus expresiones originales. Eso significa que pueden convertirse fácilmente en clichés y, como resultado, su escritura puede comenzar a sonar aburrida. Además, si hay demasiados modismos en tu escritura, comenzarás a sonar poco original, incluso si los modismos no son clichés.